Año tras años recordamos a JESUS desde Su Corazón donde muestra sus sentimientos más profundos en obras. El corazón en nuestra cultura occidental expresa los sentimientos más profundos de la persona...El cariño y amor hasta el extremo...amar al otro sin límites y tal cual es y no como deseamos que sea. En la cultura hebrea el corazón expresaba mucho más. Es todo el hombre desde su interior. Además de los sentimientos, son recuerdos, pensamientos, proyectos, decisiones. Es el centro del ser donde el hombre dialoga consigo y también con Dios; es la fuente de su personalidad...sede de elecciones decisivas y la acción del mismo Dios...donde no hay dobleces ni apariencias..allí no se puede disimular...Se es cómo es realmente. Amar a Dios con todo el corazón es amarlo sin apariencias ni artificios. Jesús reprende al pueblo porque se quedaban en palabras bonitas pero el corazón estaba lejos de Él. Los Salmos nos llaman a desgarrar el corazón y presentarnos a Dios con un corazón nuevo. Estamos en una época de desafíos. Se nos pide renovación interior donde Dios revela Su Proyecto para los hombres. No adoramos al Corazón de Jesus con palabras y ritos bien elaborados. Un corazón nuevo donde todo el ser se identifique con Él. Celebremos con Jesús a Su Madre. El Corazón Inmaculado de Maria revela su profunda identidad con su Hijo..Era una en el sentir...pensar y obrar.
martes, 25 de junio de 2019
CORAZÓN
Año tras años recordamos a JESUS desde Su Corazón donde muestra sus sentimientos más profundos en obras. El corazón en nuestra cultura occidental expresa los sentimientos más profundos de la persona...El cariño y amor hasta el extremo...amar al otro sin límites y tal cual es y no como deseamos que sea. En la cultura hebrea el corazón expresaba mucho más. Es todo el hombre desde su interior. Además de los sentimientos, son recuerdos, pensamientos, proyectos, decisiones. Es el centro del ser donde el hombre dialoga consigo y también con Dios; es la fuente de su personalidad...sede de elecciones decisivas y la acción del mismo Dios...donde no hay dobleces ni apariencias..allí no se puede disimular...Se es cómo es realmente. Amar a Dios con todo el corazón es amarlo sin apariencias ni artificios. Jesús reprende al pueblo porque se quedaban en palabras bonitas pero el corazón estaba lejos de Él. Los Salmos nos llaman a desgarrar el corazón y presentarnos a Dios con un corazón nuevo. Estamos en una época de desafíos. Se nos pide renovación interior donde Dios revela Su Proyecto para los hombres. No adoramos al Corazón de Jesus con palabras y ritos bien elaborados. Un corazón nuevo donde todo el ser se identifique con Él. Celebremos con Jesús a Su Madre. El Corazón Inmaculado de Maria revela su profunda identidad con su Hijo..Era una en el sentir...pensar y obrar.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario