Otro gran tema y de actualidad es el de la MUJER. En aquel entonces ella era parte del patrimonio del varón. El mismo mandamiento de “no desear la mujer del prójimo” era lo mismo que no desear los bienes ajenos, recaía sobre el varón, no miraba como mandato a la mujer. No tenía ni decisión de elegir marido, su voz no era tenida en cuenta como un testimonio válido. El varón podía repudiarla simplemente por no saber cocinar y darle placer sexual. El padre de familia podía venderla para saldar sus deudas. La mujer abandonada quedaba al desamparo, sin protección varonil ni sustento económico, vivía mendigando o dedicándose a la prostitución para alimentarse. Vivía recluida en el hogar, dedicándose a los quehaceres domésticos. No podía salir de ese entorno sola, sino acompañada del “dueño” varón y con el rostro cubierto. Era mal visto verlas deambulando solitarias y peor seguir a alguien por los descampados y dormir en esos lugares. Jesús rompe toda costumbre que discrimina. La seguían porque encontraban en El alguien que las dignificaba.
Los Evangelistas relatan que muchas mujeres seguían a Jesús , sirviéndolo en las necesidades y, aunque no había lenguaje para definirlas, también las nombraba como discípulas. El que Jesús enviara de dos en dos, por las ciudades preparando su llegada, eran parejas estables o varón con una mujer, ya que sus testimonios no serian reconocidas como válidas. Recordemos que a la primera en presentarse Jesús Resucitado fue a María Magdalena, quien al dar testimonio a los mismos Apóstoles, no se las creía.
Después de dos mil años se ha avanzado lentamente, muchas criticas y cuestionamientos, también de rebeliones. Obispos que no permiten mujeres en el altar, ni leer las lecturas bíblicas (menos en explicarlas), ni repartir la Eucaristía como Ministras Extraordinarias. El Papa Francisco ha nombrado, en el Vaticano, mujeres en funciones que solo eran reservadas para el varón. No deja de traerle grandes criticas de revolucionario, ministro de Satanás o la apocalíptica figura del Anticristo. También encontramos hoy movimientos feministas que solo denigran su imagen. En el afán de proclamar los mismos privilegios y posibilidades de un oficio, cargo, puestos públicos, rechazan lo que en verdad las engrandece: ser germinadoras de vida, amor, entrega generosa, sacrificio, desinterés y otras tantas cualidades femeninas. APORTAR LO DISTINTO es la gran riqueza que ellas poseen y el mundo necesita. VALOREMOS LA MUJER POR SER MUJER Y SUS CUALIDADES, sin comparar con el varón. La comparación es poner al varón como modelo de ella, volvemos al machismo encubierto. No es buscar la igualdad con el varón, la diferencia la hace grande, bella y necesitada para la Sociedad machista que desean cambiar.
“Señor Jesús Tú engrandeciste a la mujer rodeándote de ellas y eligiéndola como privilegio del testimonio de Tu Resurrección. Ayúdanos a valorar y encausar los grandes dotes y talentos, que a ellas nuestro Padre Creador les dio, en beneficio de la humanidad”.
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