3° Domingo Durante el Año.(Mt. 4,12-23).
Del bautismo de Juan, pasando por el desierto, Jesús se instala en Cafarnaún como sede de su vida pública, lugar de paso de caravanas, de gente proveniente de distintas zonas, aún de gentiles. Su mensaje iba a llegar a todos los hombres.. Allí vivía Simón -Pedro y Andrés, Juan y Santiago, primeros en ser llamados a compartir su mensaje y a predicar el Reino de Dios, tema central de la vida de Jesús. Un tiempo donde "el Pueblo que habitaba en tiniebla ... a los que habitaban en tierra y sombras de muerte ..." . Reconocer la realidad del tiempo en que se vive abre los ojos para también encontrar la salida del problema. La ceguera, incapacidad de ver la realidad, lleva acomodarse a esos tiempos y tomar los desvíos y vicios como algo aceptable y normal. Se necesita un shock, una crisis fuerte, un golpe en la vida, una catástrofe ... algo que nos saque de la rutina y el acostumbramiento. Salir de un estilo de ser, llevados por criterios humanos egoístas y extremos, pocos humanos y misericordiosos y no los deseados por Jesús. Necesitamos ser sacudidos por una realidad fuerte y en general dura, triste y dolorosa, para salir de la apatía, mediocridad y aceptación de normas y leyes impuestas, sin criterios humanos ni divinos. Así estaban en los tiempos de Jesús ... así también estamos hoy. Acostumbrados a vivir con los agregados humanos, entendimientos del hombre y su casuística, a la sencillez del mensaje de Jesús. Por eso serán los humildes y sencillos los principales oyentes del mensaje de Jesús y sus seguidores. Él se vuelve LUZ "El Pueblo ... vio una gran luz ... los que habitaban ... una luz les brillo". Esta les brindó la capacidad de ver aquella realidad oscura en la vida, salir de la opresión de las normas extremas inhumanas y volver a vivir la sencillez y simplicidad del mensaje. Jesús llama a la conversión, cambiar el rumbo tomado y retomar con nueva visión el mensaje y estilo de Aquel que se identificó como "Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida". "Mientras estoy en el mundo Soy la Luz del mundo" (Jn.9,5). El signo que acompaña esta revelación son las curaciones de los ciegos. "Yo Soy la Luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas" (Jn. 12,46). La conversión que Jesús nos pide es salir de las tinieblas ... volver a Jesús y su mensaje. ¿A qué llamó y envió Jesús a su discípulos? ¿A que nos llama también hoy? ¿Cual es la luz que nos saca de las tinieblas en nuestra vida? cuando tenemos que aconsejar a los demás¡que Luz trasmitimos?. Jesús les anunciaba: " ...esta cerca el Reino de los Cielos ...recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas y proclamando el EVANGELIO DEL REINO, curando las enfermedades y dolencias del pueblo". Si entendían y seguían el mensaje de Jesús, debía ser simple y sencillo, fácil de entender y vivir por los no letrados que estaba el pueblo en general. Lo seguían entusiastas y deseosos que ese mensaje termine en realidad, que el pobre tenga mejor vida, el ciego vea, el cojo camine, el sordo oiga y hable, el leproso sea curado, el poseso liberado ... el signo de la presencia del Reino era el bien del hombre una mejor vida ... ¡Como no lo iban a seguir entusiastas! ¡Multitudes seguían a Jesús! y no eran los que vivían acomodados en la vida sino los mas necesitados y abandonados, con la esperanza de una mejor vida. Hemos acentuado tanto el mensaje en una conversión moralista que perdimos la sencillez y alegría del mensaje puro de Jesús. Alegría de ser liberados de todos los males y vivir el Reino del Padre ... Reino de Amor, Justicia, Paz, Gozo, Felicidad y Vida. "Señor Jesús revélate nuevamente como aquella Luz que entusiasmó a tus primeros seguidores, semillando los principios de un nuevo mundo que busca dar a luz una humanidad nueva y feliz, como la mujer que espera ansiosa el parto de su hijo".
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