3° Domingo Durante el año. (Lc. 1,1-4;4,14-21)
Comenzando la vida pública, Jesús, se presenta un sábado en la Sinagoga de Nazaret y le ofrecen leer las Escrituras y dar una interpretación. Lucas escribe para un allegado: Teófilo (nombre griego: Teo=Dios, filo=amor). Lucas fue compañero de viaje y discípulo de Pablo, venido del paganismo. En este inicio pone los fundamentos para creer en Jesús.
¿Cuál será ese fundamento? ¿Cuál será el relato ordenado que le presenta a Teófilo? “a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido”.
“Le presentaron el libro de Isaías donde decía…” en esa cita bíblica(Is.61,1-2) está escrita la profecía de quien esperaban, como debían encontrar en Él los SIGNOS de estar frente a quien tenía “El Espíritu del Señor…” el ungido que anunciaría la “Buena Noticia”..
Esta Buena Noticia a ¿Quién estaba dirigida? ¿Quiénes eran los beneficiarios? ¿Quiénes los bienaventurados?.
“... los pobres ... los cautivos... los ciegos... los oprimidos…”. A todos aquellos necesitados que por las injusticias sociales resultaban no tener lo básico para vivir o vivían oprimidos por los mas poderosos, o eran considerados como lacra social, marcados por el pecado en la carne enferma. Estos beneficiarios no se los deben leer con ojos de alguna ideología política actual. Las injusticias no se resuelven con mas violencia, ni guerras armadas, ni utilizar a los necesitados como militancia para presionar los gobiernos contrarios, sino buscar resolver los fundamentos que llevan a tener esas necesidades. El Imperio Romano tenia una máxima: ‘Pan y Circo’. Necesitaban que el pobre continúe en su estado y no moleste al Rey en su vida sofisticada. Resolviendo que al pobre hay que darle lo básico para comer y una distracción recreativa para que siga sometido al Rey dócilmente. No se resolvía el fundamento del mal social que llevaba a esa injusticia. Hoy día encontramos la utilización del necesitado para subir en cargos gubernamentales, dejándolo en el mismo estado de necesidad. Jesús no predica ese camino, sino el de mirar a Dios como un Padre común y la mirada a los demás como hermanos, deseando para todos la felicidad, la bienaventuranza.
TODOS NOS DEBEMOS A TODOS, sin utilizar al pobre como soldadito de batalla. Es MISERABLE utilizar su estado de necesidad para crecer o alcanzar un cargo de privilegio social, prometiendo cubrir sus necesidades o atarlos con dádivas sin solucionar nunca el fundamento de su mal.
El mensaje profundo está en ¿Dónde se encuentra la verdadera FELCIDAD?. ¿Quién las poseen y como conseguirla?. Por ese CAMINO se edifica el Reino de Dios, se busca cumplir dócilmente la Voluntad del Padre Celestial. La verdadera felicidad es la posesión de Dios mismo… El es el Bien Supremo, la Vida, Gozo o Gloria eterna, Vida sin mal ni sufrimiento, Paz estable. El camino de la verdadera felicidad era y es tener a Dios como medida de nuestras acciones. Escucharlo y seguir sus enseñanzas. Edificar el Reino de Dios. Lucas mas adelante expondrá la felicidad del necesitado prometiéndoles el Reino de Dios. Allí serán saciados, consolados, alcanzaran el gozo, recompensados por seguir las enseñanzas de Jesús.
Jesús da la verdadera orientación, el CAMINO hacia la felicidad, el centro de las bienaventuranzas. Jesús vive las bienaventuranzas que predica como el CAMINO de la verdadera felicidad. Vivió atendiendo las necesidades de los demás dando ejemplo de servicio, curando enfermos, liberando posesos, consolando al sufriente, perdonando al pecador...
Considerarnos hermanos en Cristo Jesús, es tener a Dios como Padre común, conducirnos y guiarnos por sus enseñanzas. Quien ve a un hermano necesitado y mira para otro lado no merece ser llamado hermano, ni tener un Padre en común. Aun dentro de la Institución Iglesia, se fundan cofradías, grupos o jerarquías... donde se dan una relación privilegiada económicamente pero alejada de aquellos necesitados. Hoy se busca tener una mirada mas cerca al pensamiento de Jesús, dejando de lado el acento al cumplimiento de normas, prescripciones o ritos sofisticados y bellos, según las culturas. Mirar juntos hacia el hombre y su necesidades, que también es el nuestro. MIRADA A LOS DEMAS Y NO CERRADOS EN UNO MISMO. No se agrada a Dios mirándolo a El, rindiéndole culto y reverencia, estando ciegos ante la necesidad de los demás hombres, nuestros hermanos en Cristo Jesús.
“Padre nuestro, que estas en los Cielos, santificado sea Tu nombre, venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu Voluntad… danos hoy el pan… perdónanos..como también nosotros perdonamos... “.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario