IV° Domingo de Pascua. BUEN PASTOR. (Jn. 10,11-18).
El cuarto Domingo de Pascua se memora la imagen de Jesús como el BUEN PASTOR. El Pastor conocía a su rebaño uno por uno ... los llevaba a buenos pastos para alimentarse y los cuidaba contra los enemigos, los lobos; era capaz de dar la vida por su rebaño. Este era una riqueza que se pasaba de padres a hijos, fuente de sustento y del futuro de sus hijos. Se recibía y se trasmitía de generación en generación, en herencia. Semejante era del dueño de la viña, otra imagen muy elaborado, según el auditorio que tenía frente a si, Jesús. Contraria a la imagen del pastor estaba el MERCENARIO, que no era dueño, solo era asalariado, su única preocupación era recibir el cobro de su jornada, no le importaba si se alimentaban bien ni defenderlas de los peligros, abandonándolas.
Cuando tenemos un patrimonio venido de los esfuerzos de generación, como solía ser la gente del campo, además de aprender el oficio se entregaban a ella día y noche, todos los días de la semana y todos los tiempos, buenos o malos. NO HAY VACACIONES, ni día libre. El SACRIFICIO era el espíritu que los animaba y la educación en el TRABAJO, recibiéndolo desde niños, el camino para comer el pan de cada día. Hoy en día, el sacrificio se lo pedimos a los demás y el relajamiento en la propia. El trabajo como esfuerzo de los tontos, porque lo fácil y lo regalado por pensiones y subsidios mal conseguidos o injustos, es de vivos e inteligentes. Enriquecerse por el camino de la corrupción, negocios sucios, narcotraficantes, fraudes, y otros tantos modos de enriquecerse, mirando este fin como la cumbre y el éxito de la persona... Ganar sin trabajar ni esforzarse, saber dominar a los demás y que ellos den la vida por uno.
Otro tema presentado en este Evangelio es el de LOS OTROS. En el pastoreo cada rebaño tenia su Dueño y territorio, se respetaban y cuidaban sus limites, se apoyaban y ayudaban ante los enemigos comunes y los malos tiempos. El respeto y la admiración estaba también por encima de los limites territoriales, buscando mantener buenas relaciones y también conservaban una línea sanguínea entre ellos.
El tema de LOS OTROS llega también a los que piensan distinto, los que poseemos sangre venida de distintas razas, culturas; distintos en conducir la política, educación, RELIGIOSA y hasta deportiva. Estos temas son ocasión provocadora de tantas peleas, grietas, violencias, guerras y muertes. Jesús nos dice que: “Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir, ellas oirán mí voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor”.
¡Que enseñanza para todos los tiempos y lugares; en lo político, raza y religión!. ¡Como desearíamos encontrarnos con la capacidad de dialogar temas distintos, sin el fanatismo cerrado, incapaz de escuchar y ver lo positivo que el otro presenta. El que expone y el que escucha tienen sus posturas tan cerradas que no se guían por el BIEN COMÚN sino por el partidismo o grupo religioso.
PONER TODOS SUS TALENTOS PARA EDIFICAR UN MUNDO MAS HUMANO Y FELIZ. “Habrá un solo rebaño y uno solo Pastor”. No quiere decir que llegará el momento de pensar todos igual, sino que con la riqueza de la diversidad se encontrara el camino mejor. Alegrarnos del aporte de todos para ese fin, y no entristecernos o exaltarnos orgullosamente, por no ser o ser, nuestro plan el acertado. Alegrarnos juntos por el fin logrado. Que difícil nos resulta alegrarnos con el triunfo ajeno y no el propio.
Otro tema que siempre me verán resaltar: NO TODOS SERVIMOS PARA TODO, PERO TODOS SERVIMOS PARA ALGO, cada uno aporta sus valores en la edificación de un mundo mas humano, armonioso y justo.
Jesús es el BUEN PASTOR, dio la vida por su Rebaño y desea que formemos un SOLO REBAÑO. No necesariamente pensando igual ni imponiendo estilos sino edificando, desde la gran riqueza de ser distintos. Como la belleza de una obra maestra de un mosaico, dando los distintos matices de colores, aportando tonos en una obra grandiosa.
“Jesús Buen Pastor, ayúdanos a aceptar a los demás con sus valores, diferencias y deficiencias; encausando lo bueno para edificar un mundo mas humano y armonioso; mas justo y feliz”.
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