domingo, 6 de diciembre de 2020

”PREPAREN EL CAMINO DEL SEÑOR…”.

2° DOMINGO de Adviento. (Mc.1,1-8).
El Pueblo Judío se alejaba de la Alianza con Dios realizada en el monte Sinaí, en el desierto. Ese lugar donde estuvieron cuarenta años hasta llegar cruzar el Jordán ...a la tierra prometida. Desalojaron a los habitantes y fueron creciendo como Pueblo. Pero no dejaron de caer bajo distintas dominaciones y gobiernos que aprovechaban de sus súbditos. Esperaban al Mesías ...habían surgido varios considerados como tal, pero muertos, volvían a despertar la esperanza sobre ese Hijo de David, liberador...Surge en el desierto un hombre, su nombre era Juan, llevaba una vida de sacrificio. Desde allí llamaba a la conversión preparando la venida del Mesías esperado: “ALLANEN LOS SENDEROS”. 
¿Porque comenzar en el DESIERTO?. Siempre fue el lugar del recuerdo de la salida de Egipto, cruce por el desierto y llegada a Canaán. Lugar de ENCUENTRO CON DIOS, vida austera ayudaba a liberarse de las cosas superfluas y tener una mirada a lo esencial. Allí también fortalecieron las relaciones humanas al experimentar la necesidad, despertó la generosidad y la mano de Dios con el maná, las codornices... las Tablas de la Ley….Ir al Jordán para Juan era llevar al Pueblo al INICIO del encuentro y retomar el MENSAJE dado en el Sinaí. Pero el bautismo en las aguas era recordar el cruce del Jordán,  la salida del desierto y la entrada a la tierra prometida. El PASO de un estilo de vida austera dependiente de la providencia divina a una pródiga, rica tierra, con abundancia para alimentarse. No consideraban que allí también estaba esa providencia de Dios dando, en la naturaleza, lo que pedían extraordinariamente por milagro. 
Cuando no tenemos para las necesidades básicas ... recurrimos a Dios, como aquel Pueblo en el desierto. También nos acordamos de El cuando estamos enfermos graves o ante la partida de un ser querido. Cuando lo humano queda superado recurrimos a Alguien que lo puede todo. Tomamos como algo natural y normal recibir beneficios. ¡Cuantas manifestaciones observamos realizarse diariamente! pidiendo subsidios, pensiones… pero poco de trabajo, solidaridad, esfuerzo de todos (también de los políticos, sindicalistas, empresarios…no solo de los que aportan con sacrifico impuestos, para que lo usen otros en beneficio del necesitado y crecer su imagen o presión social). El Pueblo Judío se reveló contra Dios cansado de comer el maná, alimento que recibían sin esfuerzo, solo de gratitud . 
Cuando lo humano puede nos apoyamos en nuestras capacidades cayendo en la autosuficiencia. Dios también esta iluminando nuestras mentes para crecer y desenvolvernos en la vida. Nos pone ante la naturaleza para que cuidándola la usemos, en un equilibrio armonioso, cubriendo las necesidades y no como manifestación de Poder y placer. 
PREPAREN ELCAMINO DEL SEÑOR. Ya no es ir al desierto ...pero si asumir una ACTITUD DE DESIERTO, vale decir un vida de austeridad, sacrificio, concentración en lo esencial, desprendimiento de ciertas actividades y objetos que nos absorben, nos tienen ocupada la mente y el corazón. Desierto en su espíritu, soledad ante Dios y ante su PROYECTO DE VIDA, para pasar luego al otro lado del Jordán ...al CAMBIO DE VIDA.
Prepararnos para el nacimiento del Niño Dios, en el pesebre de Belén, debe encontrar en cada uno de nosotros esa pobreza de la pesebrera (capacidad de desprendimiento) y rica en la esperanza. Un corazón atento y deseoso de recibir al Mesías, Aquel que viene a mostrarnos un estilo de vida mas humano y feliz.
¿Cómo preparamos el camino al Señor?...Todos los años recordamos ese acontecimiento...Dios venido en Niño, con sus limitaciones y en una pesebrera que albergaba los animales, porque no había lugar para El. ¿Hay lugar para El en nuestro tiempo, en nuestros hogares? O estamos tan ocupados, desentendidos a esa venida y para que vino? Cada año la atención tanto de los hombres como de los comercios es … que comeremos y donde? Preparamos los arbolitos, los regalos y el Papa Noel...y otras costumbres… pero el Niño Dios ...el pesebre paso a segundo lugar y menos la preparación personal o familiar para ese nuevo cumpleaños.
“Espíritu Santo desciende sobre nosotros para que seamos un profeta más y llamar a los hombres prepararse a recibir el Mensaje de Vida traído por el Niño Dios”.




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