domingo, 3 de enero de 2021

”LA PALABRA SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS”.

Domingo 3°Durante el año. Santísimo Nombre de Jesús. (Jn. 1,1-18).
Recordábamos como Juan, con una mirada mística– contemplativa, profundiza la mirada en el DIOS HECHO CARNE, hecho hombre. Dios no se hizo presente bajo una apariencia de hombre, en una imagen angelical. Mas allá de la mirada espiritual, Juan, nos dice que Dios se hizo “CARNE”, palpable, donde la mirada puede detenerse en algo material, con vida, con delicadeza y ternura de un niño, con sus gestos, gracias y necesidades. Atado a las distintas culturas, a la circuncisión y puesto de un nombre para identificarse en una relación social. Los ángeles no tienen nombres porque se entienden y relacionan conociendo sus realidades y comunicándose de una manera espiritual, solo adquieren nombre relacionado con su misión… Gabriel (Mensajero de Dios), Rafael (Medicina de Dios), Miguel (Quien como Dios)… Todo nombre asumido nos lleva a una identidad personal y una misión en la vida. Jesús es el EMANUEL, Dios con nosotros ,  
La reflexión sobre la existencia de Dios, los filósofos, buscaban identificarlo con lo grande, lo magnifico, en sabiduría y poder, atribuyéndole la mezcla de ello encontrada en la naturaleza. Elaboraban dioses humanos. Buscaban en el trueno, en el sol, en lo grandioso de los animales… en todas las culturas nacía de lo profundo del hombre la reflexión de un Dios: Poderoso, Omnipotente, Sabio, Inmortal… pero realizándolo con mezclas de figuras, sacadas en la misma naturaleza. La cultura Judía prohibía darle imagen a Dios. Moisés cuando bajo del monte con las tablas de la ley, se encuentra con el pueblo adorando una imagen de Becerro de oro, furioso derrite la imagen y se los hizo comer. Siempre estamos tentados en darle a Dios una figura, una imagen… El Génesis nos relata que Dios hizo al hombre, varón y mujer, a SU IMAGEN Y SEMEJANZA, sin embargo buscamos imaginarnos un Dios hecho a imagen y semejanza del hombre. Un Dios que tenga ojos, oídos, manos, boca... Porque son estos sentidos que nos relacionan con la realidad existente fuera de nosotros mismos… Dios mismo viene ante nuestras necesidades de conocerle en verdad … “..porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre”.
Hoy para encontrar a Dios no debemos enredarnos en grandes especulaciones, ni oscuros encuentros sectarios con sus ritos y vestimentas, tradiciones y sacrificios. Dios se hizo hombre, en lo humano está esa presencia misteriosa, en la vida, en lo bueno, en la felicidad, en la paz y armonía, en lo sencillo y grandioso … en un niño que nace, en una sonrisa manifestada con pureza y desinteresada. Lo Grandioso de Dios esta presente en lo pequeño y armonioso de lo creado. San Francisco lo llamaba como su hermano, Todo salido de Dios Creador.
“Padre Creador, Tu presencia misteriosa y sencilla nos asombra y nos humilla por el deseo de engrandecer Tu existencia, sin reconocer que estas tan cerca y presente en todo con sencillez”.




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