domingo, 11 de abril de 2021

”¡FELICES LOS QUE CREEN SIN HABER VISTO!”.

II° Domingo de Pascua. Divina Misericordia. (Jn. 20,19-31). 
Jesús resucitado se aparece en dos oportunidades a los Apóstoles. La primera aparición no estaba Tomás, le comentan: “¡Hemos visto al Señor!”. Tomás no les cree si no ve primero las marcas de la crucifixión. En la segunda oportunidad Jesús le muestra las marcas, su mano y su costado diciéndole: “Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe”. 
Tener fe es aceptar como verdadero un contenido no por entenderlo ni verlo sino por el testimonio de alguien que posee una autoridad sobre nosotros, lo consideramos confiable, sobre él descansa nuestra ignorancia del tema que se está hablando. Así cuando vamos al médico y nos dice que tenemos una enfermedad y debemos operarnos, no dudamos en aceptar los remedios y el tratamiento para la salud. Si el mismo resultara ser un farsante caeríamos en una trampa y seriamos engañados, suele pasar.  
Hay muchos farsantes que predican, sin embargo descansamos sobre ellos una confianza, aceptando a ciegas todo lo que dicen. Podemos observar a tantos predicadores de religiones que buscan, con gran capacidad oratoria y curativa, conveniencias económicas. También a tantos políticos, quienes prometen tantas cosas buenas para edificar un mundo mas humano y feliz y luego en el poder resultan ser corruptos y farsantes. El mal nuestro al elegirlos es que hemos depositado sobre ellos una fe que sólo en Dios se debe depositar. Se descansar en Dios sólo todo lo posible revelado y en el hombre algunas cosas, según el testimonio que nos dan para CONFIAR en ellos. Por eso no estaba tan errado Tomas si ponía ciertas condiciones para aceptar lo revelado por sus compañeros. ¿Habría perdido la confianza en ellos?. Creer hoy también es difícil porque se ha perdido la credibilidad de aquellos que predican y ejercen autoridad sobre nosotros.
El MIEDO había llegado a ellos, obscureciendo sus mentes y creando mucho dolor en el corazón. Esto los llevó a tener una situación muy conflictiva para aceptar, Tomas, fácilmente lo que le estaban diciendo. ¿Quien podía confía en alguno de ellos cuando abandonaron a su Maestro y uno de ellos lo vendió por unas monedas?. Pensaría que estarían delirando o en una ilusión por la perdida de su Líder Espiritual; o también sembrar confianza y audacia para abrir las puertas y salir al mundo, cerrado para ellos. ¡Cuanta desconfianza tenemos! en la religión y sus autoridades por no estar adaptados al mundo en sus avances y preferimos estar cerrados en nuestras creencias anticuadas, con un relato inadecuado a nuestros tiempos. Tenemos miedo al avance de la tecnología y conocimiento del mundo moderno. El Creador puso la mente en el hombre para que la use y aprenda a discernir. No es fabricar una religión racionalista: sólo creo aquello que entiendo, elaborando dogmas; pero tampoco un fideísmo ingenuo que por predicarse se lo acepta sin mas. 
El hombre puede poner condiciones básicas necesaria para creer. Estas son el fundamento para una verdadera fe y no ser un crédulo, ingenuo. Un filosofo decía que cuanto mas increíble mas fe y por lo mismo verdadero… esto no es verdad. El hombre puede poner su mente en lo CREÍBLE del contenido que le presentan para aceptarlo como verdadero.
Tomás da un salto mas grande, que sus compañeros no lo hicieron, al ver a Jesús resucitado. Probado con sus ojos y sus manos, poniendo su inteligencia en la credibilidad del mensaje recibido, acepta un contenido “visto y oído”, no impuesto sino experimentado. Muchas veces aceptamos y alimentamos nuestra fe en la experiencia ajena y no por la propia. Debemos vivir nuestra fe. Juan en el sepulcro vacío “vio y creyó”,  vio las vendas sin el cuerpo, entendió la resurrección. Tomas “vio y palpo”  y revelo lo que creía ...no solo en la resurrección de un hombre, llamado Jesús, sino que descubre en El una realidad superior : “¡SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO!” .
No debemos creer cualquier contenido, si Dios Creador nos dio inteligencia es aceptable y necesario poner la mente en la CREDIBILIDAD de lo anunciado. Podemos resaltar este tema de Tomas, el ‘vio y palpo’ un Cuerpo Gloriosos y revelo al Dios hecho Hombre.
“Señor Jesús aumenta nuestra fe, llenando la mente de claridad y el corazón de fuego, para poder alcanzar la felicidad que prometes a los que creemos sin haberte visto ni palpado”.


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