domingo, 15 de agosto de 2021

”FELIZ DE TI POR HABER CREIDO….”.

Domingo. 15 de agosto. Asunción de la Virgen María. (Lc. 1, 39-56). 
Hoy celebramos la Asunción de María a los Cielos… misterio insondable y seguridad para los creyentes de un final feliz…
La muerte de todo viviente es el término de nuestra vida terrestre. Vemos todas las especies de la naturaleza: nacer, crecer y morir; dejando una semilla y seguridad de su prolongación, tanto en los vegetales como en los seres animados, prolongan su vida por la reproducción. 
El paso hacia el mas allá es un misterio que nos lo revela y asegura la FE. El hombre tiene esa visión del mas allá de esta vida, tenga o no su reproducción, entiende que su vida no termina en esta. ¿Como entenderla científicamente?. La ciencia va descubriendo el nacimiento y desarrollo de la creación como una evolución hacia lo infinito, sin saber su destino final, ni siquiera como surgió sino en millones de años evolucionando, nacido de una LUZ. … 
Jesús nos revela que : “Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí Yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de Aquel que me envió… el que ve al Hijo y cree en El tenga Vida Eterna y Yo lo resucitare en el último día”. Jesús revela que viene del mas allá del tiempo y creer en Él nos llevará a compartir su destino...María Santísima, como nadie, compartió su vida y destino, nadie creyó como Ella: “FELIZ DE TI POR HABER CREIDO…”. 
Es bueno pensar que Jesús, como buen hijo, no permitió que su Madre conociera la corrupción, sino que fuera la primera en participar de su Gloria, Su destino final, Su triunfo sobre la muerte, Su paso a la eternidad. Su alma preciosa, pura, bella como nadie, no podía tener un final definitivo. Él le compartió su destino final, que brota de lo profundo de los corazones de todo hombre,  permanecer para siempre… Pero ¿en donde? ¿Cómo será eso?... Solo está la promesa y nuestro sentimiento mas profundo de que no fuimos creados para un fin sin destino, sin final, sino para una eternidad por delante, sin saber como será, sino por la revelación de un estado de vida gloriosa, llena de felicidad.
“Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios mi Salvador …”.
Madre Nuestra, el Amor de Tu Hijo te privilegió con el tránsito, en cuerpo y alma, a la Casa del Padre Celestial, convirtiéndote en la esperanza de la humanidad.
¡Ayúdanos a cambiar este mundo! donde pareciera gobernado por el Maligno, infundiendo odio, orgullo, vanidad, soberbia, egoísmo, violencia y muerte.
Tú nos dices “hagan lo que El les diga”. Jesús se nos reveló en cada necesitado y nos enseñó cómo debemos atenderlos sin discriminación. Siendo Maestro “manso y humilde de corazón”, guiados por su enseñanza como discípulos misioneros, queremos comprometernos en transformar este mundo haciéndolo mas humano y dichoso, comenzando por los mas necesitados. 
¡Necesitamos tu ayuda maternal!  La experiencia de tu ternura sana nuestras heridas,  consuela nuestras tristezas y fortalece nuestras debilidades transitando esta vida con generosidad y confianza.
¡Madre del Tránsito! Queremos ser hijos tuyos para que guiados por Ti, el Reino de Tu Hijo, amor, justicia, paz, gozo, felicidad y vida se haga una realidad.                                            
 Amén.


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