domingo, 8 de agosto de 2021

“YO DARÉ MI CARNE PARA LA VIDA DEL MUNDO”.

XIX Domingo Durante el Año. (Jn. 6,41-51). 
“Los judíos murmuraban de Él, porque había dicho: ’Yo soy el pan bajado del cielo’ …”. La MURMURACIÓN es, en todos los tiempos, un modo de criticar a espaldas sin fundamento y viendo una realidad que no queremos o nos es difícil aceptar. Se comenta hablando despacio cerca del oído para que no escuche aquel que se lo critica creándole una imagen negativa, desprestigiándolo, buscando que su predica sea ridiculizada, rechazada, sin valor, semillando prejuicios para futuras exposiciones. También se utiliza la murmuración para aumentar el propio prestigio, manifestando capacidad de crítica, edificando su imagen disminuyendo la del otro, ‘creciendo prestigio pisando, destruyendo y no edificando’. Método muy usado en la política y sus campañas electorales.
Veían a Jesús realizar acciones milagrosas que llamaban la atención  ...todos admirados querían ver mas todavía pero… cuando viene acompañado de una enseñanza, los descentraliza llevándolos al mensaje que es mas profundo. Jesús dio de comer a la multitud, lo seguían por ese motivo… ¿Cuántas veces experimentamos tener gente a nuestro alrededor creyendo ser sinceros y honestos? Nos llenamos de emoción y alegría considerando que fue útil lo que hemos realizado, luego nos damos cuenta que era por motivos de conveniencias personales, siendo abandonados. Cuando El Maestro los lleva al mensaje mas profundo ‘comer un Pan duradero ... para la Vida eterna.. semilla de resurrección… lo abandonan sin buscar entender la profundidad del mensaje.
Aparece la murmuración cuando dirá que hay que comer su carne y beber su sangre; el ESCÁNDALO será total. Jesús no se referiría a su cuerpo y sangre humana donde resultaría verdaderamente rechazable sino sobre una realidad distinta: un Cuerpo y Sangre consagrados en un alimento al alcance de todos, el PAN  y el VINO que alegra el alma. También la tradición se quedó embellecida con esa Presencia Misteriosa desplazando lo que el Maestro deseaba ser entendido; semejante a los Apóstoles mirando elevarse a Jesús en su Ascensión, necesitando de los ángeles para bajar a la realidad viviente. En una época se criticaba diciendo que ‘ algunos se empachan comulgando el Cuerpo en la Eucaristía y no viven como Jesús predicó’, resulta ser demasiado grosero, hasta sacrílego. Pero debemos entender que era una critica a aquellos que centralizan todo en la Eucaristía y su recepción y no lo que Jesús deseaba mas allá de eso: SU VIDA,VIDA del PADRE, VIDA según EL ESPÍRITU, VIDA ETERNA … llegados a ser otros Cristo en el mundo, llevando adelante sus enseñanzas. Que no es ni mas ni menos el cuidado de lo creado y su desarrollo a través de los tiempos. La crítica era el acento total a la adoración como culmen de la religión y no que la misma debería llevarnos a la acción, cumplir su PROYECTO DE VIDA. El cuidado de la naturaleza y las obras de la misericordia es dar “Vida al Mundo”, como lo hacia Santa Teresa de Calcuta.
“”Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí…”. Obrando conforme al Proyecto del Creador, respetando y cuidando la armonía original y su crecimiento, como también obrando con misericordia, estamos escuchando interiormente su inspiración ya que: ’nada bueno podéis hacer sin Mi’. Somos ENSEÑADOS por DIOS, sin estar necesariamente unidos a una Congregación determinada. ¡Cuantas veces nos llenamos de emoción! ver la generosidad de muchos que ni creen y al ver la necesidad de alguien se desprende de sus bienes para ayudar al otro, sin considerar su raza, color ni confesión.
“Yo soy el Pan Vivo bajado del cielo. El que coma de este Pan vivirá eternamente y el Pan que Yo daré es mi carne para la Vida del mundo”. Recibir y prolongar a Jesús es dar Vida al mundo.
“Jesús, Maestro de Vida, colma con tu inspiración las mentes de los hombres para edificar un mundo conforme a tu Proyecto, trasmitiendo Vida al mundo”.


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