5° Domingo Durante el Año. (Lc.5,1-11)
A orillas del lago de Genesaret, lugar cercano de Cafarnaún, allí vivían Pedro y Andrés, Santiago y Juan, y donde Jesús residirá en el futuro. Jesús terminando de predicar le pide a Simón-Pedro remar mar adentro y tirar las redes… Ellos eran pescadores desde la niñez, sabían los lugares, hora y día donde pescar mejor… ya habían vuelto desilusionados por no pescar nada… Jesús que venia de Nazaret, lugar montañoso sin experiencia de pesca solo de rebaños, viñedos… pide remar mar adentro y tirar las redes … Por respeto le obedecen y fuera de lo pensado las redes estaban tan llenas que casi se hundían, tuvieron que pedir auxilio a otra barca.
Cuando nos ‘creemos saberlas todas’ siempre sale alguien con una oferta fuera de lo común que nos puede llevar a risa, pero por respeto callamos o desviamos la atención para otro lado, respetando la ignorancia de quien propuso ese proyecto. Me imagino la sorpresa de los Apóstoles por la oferta del Pastor a unos Pescadores experimentados...
El resultado sorprende a los Apóstoles - Pescadores y arrodillándose reconocen en Jesús Alguien con poderes no normales, que superaba sus conocimientos y experiencias. Esta es la sorpresa y asombro cuando entramos en el campo de la acción de Dios. Él supera nuestro modo de pensar y obrar, rompiendo las barreras de la ciencia y nuestra formación cultural y profesional. En este campo cuantas veces nos asombramos del poder que sale de una persona sencilla, humilde, sin formación alguna… Podemos ‘mirar desde arriba’ con soberbia ridiculizando su punto de vista o aporte para un evento y al final nos sorprende porque Dios: ‘enaltece a los humildes’ y ‘humilla a los poderosos’… como rezamos en el magníficat, cántico de María.
Cuantas veces realizamos reuniones para organizar un Plan Pastoral, que nos lleve a una efectiva evangelización. ¡No esta mal los proyectos con nuestra gente!, pero eso no es todo, sabemos que Dios tiene otros caminos. Vivimos realizando Planes, Proyectos, Cursos, Reuniones… poniendo todo empeño en su realización y no tenemos resultados positivos… ¿Dónde está el problema? ¿No será que ponemos en nosotros mismos el futuro de los mismos y el fruto positivo ? Y no nos ponernos de rodillas, pidiendo a Dios y preguntar a la gente sencilla, con corazón puro, donde encontrar la solución, que nosotros nos enredamos sin salida. La Iglesia elabora con gran entrega y profesionalismo ‘Cartas Documentos’, ‘Planes Pastorales’, ‘Cursos de Formación’ y otros tantos proyectos entregados con todo corazón e ilusión y no dan resultados... Tiramos las redes donde nos parece efectivo… pidamos al Maestro que nos oriente y lanzar las redes donde menos nos esperamos… Pasan los tiempos y la Iglesia no cambia de usar sus estilos y caminos … no será que el Pastor nos pide tirar las redes para otro lado?.
El Espíritu Santo sopla donde quiere y donde menos nos esperamos…
Cuesta aceptar y reconocer que puedan existir otros métodos que los acostumbras a realizar. Hay modos o estilos que nos pueden provocar cierto rechazo y turbación, por lo extraño e informal, por la ruptura con lo que tradicionalmente se venía realizando … Son pasos que nos ayudarán a no atarnos a ciertas tradiciones que nos impiden crecer y llevar el MENSAJE de Jesús a TODOS los hombres, sin mirar el modo sino a quien nos dirigimos. Respetando sus costumbres, no cuestionarlos o condenándolos. El Mensaje de Jesús no se impone sino que es una oferta beneficiosa y cuando llega al corazón convence su bien y riqueza. No vino a ofrecer una doctrina o un rito determinado sino un estilo de vida, buscando edifica un mundo mas justo y hermanado.
“Espíritu Santo muévenos a ser instrumentos dóciles para tirar las redes donde menos nos esperamos y producir los frutos que el Creador desea”.
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