V° Domingo De Pascua. (Jn. 13;31-33,34-35).
En el ambiente de la Última Cena y retirado Judas, para convenir con los Judíos la entrega de Jesús, el corazón del Maestro se turba y lleno de emoción abre su corazón y trasmite su mensaje de despedida, dejando plasmado en sus corazones su sentimiento y mensaje final: “ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS”.
Es de suponer que en el ambiente reinaba un silencio y respeto sin entender mucho el porque de ese mensaje profundo, lleno de solemnidad y misterio, salido del corazón, viendo a su Maestro conmocionado … ÁMENSE…
Traído a nuestro tiempo tendría distintas respuestas porque se ha desvirtuado la palabra amar. En aquel entonces también las palabras de Jesús tenían una profundidad que no existía. Estaba el amor por los suyos… amar al próximo, el de la misma raza y familia; también existía la pasión carnal, atracción fuerte al placer, lo erótico. Jesús le da una sentido mas profundo, generoso y universal… mirando no tanto en uno mismo sino en el bien del otro: “como Yo los he amado”.
El mismo se pone como ejemplo. En una oportunidad Jesús les dice ’ya no os llamo siervos sino amigos’. Presenta un amor de amistad, el mismo puede ser generoso y entregado desde un solo lado… el amor de amistad debe ser correspondido: amar y ser amado. La amistad no se puede obligar, puede existir de un lado el sentimiento pero si no es correspondido no será verdadera amistad. ¡Cuantos son los que aman y no son amados!... el sufrimiento es enorme.
Dios es AMOR, las obras de la creación que nos rodean es la expresión de su esencia misma: AMOR ACTIVO. Cuando en el Génesis nos dice que Dios puso a los primeros hombres en el paraíso, no puedo dejar de pensar que nuestra tierra es un paraíso, su belleza frente al cosmos es incomparable. Las imágenes que nos ofrecen desde fuera, los instrumentos astronómicos, nos trasportan a una maravilla de colores y belleza; no podemos destruirla por el egoísmo y avaricia… La violencia en las guerras fratricidas nos llevan a la actualización del pecado original: no seremos merecedores de este paraíso, ofrenda y expresión del Amor de Dios al hombre. Seria destruir el testamento amoroso de QUIEN nos llama hijos suyos amados.
Nos llenamos de literatura y palabras que hablan del amor… pero son pocas las que en silencio lo expresan verdaderamente. Jesús nos da a conocer el verdadero amor que no es pura sensiblería: ’Ya no os llamo siervos sino amigos PORQUE LES HE DADO A CONOCER…” todo lo revelado del Padre. No solo es conocer la relación íntima entre el Padre y el Hijo sino sumarle SU VOLUNTAD... “hágase Tu Voluntad en la tierra como en el Cielo”. La Revelación del Misterio de Dios, de sus Bienes, la Creación entera, su Voluntad. Compartir el conocimiento de los integrantes de una familiar era una llamada a participar de ese núcleo íntimo, como el comer en ese ambiente una entrada a los secretos del mismo… Judas mismo tuvo la osadía de mojar su pan en el plato del Maestro, hasta ese extremo entregó Jesús su confianza en sus seguidores.
Podemos entender que Jesús invitaba a compartir y seguir el mismo CAMINO... un ideal de vida, el PROYECTO del Padre para con los llamados ‘HIJOS DE DIOS’… de Jesús para con sus AMIGOS. Serán todos aquellos que... “el que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama...”. ¿No eran los mandamientos dados por Dios a Moisés en el Sinaí?. Jesús resume en uno solo los diez mandamientos dados por el Padre Celestial. “Os doy un mandamiento nuevo, ámense los unos a los otros”. No era nuevo ‘amar al prójimo’, el judío lo tenía y entendía a su manera... NUEVO por su extensión a todos los hombres por igual, no solo al judío ni al allegado sino un llamado universal: todos los hombres son amados por Dios ¿Cómo lo sabemos ? Porque existen... ese es Su expresión, al existir muestra que Dios lo ama. El amor lleva amar lo que es amado por el amado.
Jesús al lavar los pies de sus discípulos mostraba con obras lo que es compartir un ideal de servicio, expresión de un amor distinto de lo que se predicaba. Pero lo mas grandioso de la verdadera amistad es “no hay amor mas grade que DAR LA VIDA por los amigos”… la entrega de la propia vida.
El testamento que les deja Jesús queda grabado en los corazones de los oyentes y entenderán que conocerlo es un compromiso grande: sellar con la propia vida el mensaje trasmitido por el Maestro: ÁMANESE …”En esto reconocerán que ustedes son mis discípulos”: en el amor que se tengan los unos a los otros”.
“Jesús, envíanos con el Padre, el Espíritu Paráclito para conocer en profundidad Tu Mensaje de Vida y darnos la fortaleza y generosidad para vivir entregados al ideal de nuestro Creador”.
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