“YO HE VENIDO A TRAER FUEGO…”.

XX° Domingo. Durante el Año. (Lc. 12; 49-53). 

Dentro de todos los discursos y mensajes de Jesús este debe ser uno de los mas fuertes que sacuden el corazón apático, frio, sin comprometerse... El corazón mediocre y sin compromiso termina siendo identificado como un hombre TIBIO. Sin estar de un lado o del otro, un simple espectador que no se compromete. Decía San Agustín que es muy difícil estar presente en un campo de batalla (en aquel entonces lugar de recreación como hoy es el futbol) sin llegar a comprometerse, pasado un espacio de tiempo, con alguno de los participantes.

El hombre que no acepta un MENSAJE, poniendo todo para destruirlo no es ‘tibio’  sino fanático de su punto de vista particular o grupal. Tiene el corazón comprometido, aunque no quiera decir que esté en la verdad, puede estar equivocado y no jugarse por un bien social. Muchos hay quienes dedican sus vidas jugándose por una IDEOLOGIA  errónea. ¿Cuántos murieron en la guerrilla? Jóvenes idealistas sacrificados, estando comprometidos en una bandera ideológica; motivados por sus generadores que ponían sus ideas, donde otros se jugaban por ellas. Acabando sus vidas matando y muriendo por un ideal; usando metodologías violentas, agresivas, que llevan a desnudar lo errónea de la postura ideológica, que no puede sostenerse con mente y exposición pacífica. 

Bajo esta mirada entiendo el enfrentamiento que Jesús nos revela: “¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra?. No, les digo que de ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos…”. La división que Jesús vino a traer se debe a la fuerza de la Vedad y Pureza de su Mensaje. Este llevará a enfrentar los VALORES de la verdad, justicia, paz, la felicidad sana… ante la oferta del mundo y sus anti valores. Lo último identificamos como ‘EL MUNDO, DEMONIO, CARNE’; no es el mundo creado, ni el alimento basado en la carne, sino lo que el Maligno presenta de manera desordenada de los mismos. Una mirada parcial, egoísta, vanidosa, desordenada. Que para poseerlos caen en la injusticia y manipulación de los demás para el capricho personal. ¿Cuantas amistados y familias se han destruido por una herencia o posturas políticas, religiosas, hasta deportivas diferentes? Hay temas que no se pueden hablar en familia. Temas que requieren una madurez para afrontar las diferencias y escuchar con corazón abierto al otro exponente. Me viene el recuerdo de tantas Sesiones de Senadores Nacionales o Legisladores u otros oficios, donde se juegan puntos de vista partidarios o personales, no hay paz interior para escuchar al otro con miras al Bien Común, superior al partidario. La mirada parcial hace que fanatice, cierre el corazón, produciendo violencia, mal trato, condena… muy difícil será ver el bien, la verdad de lo expuesto por el otro… 

“YO HE VENIDO A TRAER FUEGO…” 

Despertar el corazón tibio, mediocre con la fuerza de la Verdad y el Bien… pero también será motivo de división y violencia de aquellos que quieren callar la Bondad del Mensaje, los que viven buscando el bien personal sin importar el costo del Bien Social.

“Cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.”… En una misma familia, aún sembrados por una misma formación y cultura, pueden surgir divisiones en base a las diferencias de criterios sobre el Bien Común contrapuesto al Bien Personal. Se pone el bien personal por encima de los demás. 

¡Gracias a Dios! puedo decir que poseo una familia que mira mas allá, hasta comprometer las posibilidades personales, para conseguir un bien a otro hermano, semilla de buena formación, de padres  bondadoso, familia con criterios cristianos. 

“Padre Nuestro… venga a nosotros Tu Reino, Reino de Amor y Vida… perdona nuestros pecados como nosotros perdonamos a nuestros hermanos… Líbranos del Maligno y su mentalidad egoísta, soberbia, avara, violenta que conduce a la división y muerte”.