Domingo de “CRISTO REY”. (Lc. 23,35-43).
Llevaron a Jesús a crucificarlo en el Monte “llamado del Cráneo”. Lo crucifican en medio de dos ladrones… “El pueblo permanecía allí y miraba…” sin entender el momento doloroso y con una mirada no solo triste sino desesperanzada. TODO LO ESPERABAN DE ÉL… la liberación del Imperio Romano, de las Autoridades Religiosas con sus exigencias y del Rey Judío, Herodes.
Estaban presente “sus jefes, BURLÁNDOSE…. También los soldados…”. Que tristeza y dolor que de aquellos que deberían venir la ayuda, viene el abandono y burla.
“Sobre su cabecera había una inscripción: ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS”, escrito en tres idiomas conocidos en esos lugares: hebreo latín y griego; del ambiente popular, del Imperio sometido y de la influencia cultural.
Este Domingo, último del calendario litúrgico, se recuerda a Jesús como REY. Resulta contrario al sentir y memorar los reyes del mundo. Solemos verlos llenos de joyas, lujos, Palacios y gobernando con poder; mandatos firmes y mano dura. En la cruz observamos a un Rey condenado por la Sociedad, Autoridades Religiosa, Soldados... que le gritaban provocativamente: “Ha salvado a otros: ¡que se salve a si mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!…”. Poner a prueba los métodos divinos, cuestionar sus proyectos… el hombre se revela contra el modo de obrar de Dios: Su Misericordia, Su Perdón, Su entrega en la Cruz; asumir la pequeñez …nació en un pesebre pobre, muere en la cruz como un transgresor público.
¿Qué esperamos de los que nos gobiernan? De los Poderosos del Mundo?...
En aquellos lugres donde se conservan los reinados, solo son una nostalgia de tiempos pasados, donde gobernaban con un poder creyendo ser recibidos del mismo Dios. Semejante poder de los Papas, cuando proclaman una Doctrina “Desde la Cátedra”, considerando que el Espíritu Santo los ilumina y no pueden equivocarse. Los Reyes decidían hasta la vida o muerte de los súbditos. Hoy solo son figuras nostálgicas; pero no quiere decir que haya dejado de existir aquellos que lo desean ser, y actúan como tales. Reciben el Poder Real no por la trasmisión sanguínea o triunfo de guerras; se lo consigue por el PODER DEL DINERO, hasta los reyes antiguos se someten a ellos.
También encontramos el ‘modo real’, en aquellos que se instalan en el Poder a través de las dadivas a sus súbditos. Continúa aquel sistema del Imperio Romano de “Pan y Circo”, donde sometían a los pueblos atándolos por las necesidades básicas; que no le falte ‘comida’ y la ‘distracción’ por el Circo Romano. Hoy dando planes sociales de manera permanente y no trabajo ni estudios, que los puedan llevar a progresar y ‘pensar’ por si mismos. Siempre necesitando del Poderoso, sumando la distracción por el deporte popular.
La cruz ha estado siempre presidiendo las aulas, salones, oficinas... colgadas en el cuello… besada con piedad … pero ¿Qué significaba ? y ¿Por qué tanta devoción?.
En la CRUZ se apreciaba el REINO del AMOR MISERICORDIOSO; su entrega por amor, poniéndose en lugar del hombre, cargando los males cometidos. Hoy se suele llevar la cruz, y besarla escrupulosamente, como ‘cábala’. Ya no significa estar unido al Amor Divino hasta el extremo, sino un amuleto poderoso que protege contra males.
Por los Reyes se entregaban a la muerte… este Rey muere por nosotros, muere incomprendido: de Su Mensaje, del Plan de Su Padre Celestial para el bien de la humanidad y del mundo. Muere dando TESTIMONIO de cuanto valemos y hasta que limite Dios ama al hombre.
Es un REY distinto, no gobierna con dureza sino con AMOR MISERICORDIOSO. No exigiendo sino dando… No dominando sino con EMPATIA.
De los espectadores había diferentes pensares y juicios. Hasta los ladrones, que sufrían el mismo destino final, uno le exigía: “sálvate a ti mismo y a nosotros…” y el otro ladrón, con mas criterio de la realidad y verdad: “¿No tienes temor de Dios… nosotros la sufrimos porque pagamos nuestras culpas justamente, pero El no ha hecho nada malo”.
¡CUANTOS JUSTOS SUFREN! la condena de aquellos que se consideran con poder de realizarla, sin saber la realidad del condenado… su historia, su inocencia, su incomprensión; el abandono de aquellos que deberían haberlo ayudado.
Somos rápidos en condenar, lentos en entender con empatía y perdonar.
“Señor Jesús, Rey del Universo, no dejes de trasmitirnos la ESPERANZA de ser aceptados en Tu Reino, aun cuando consideramos haber obrado mal. ACUERDATE DE MI CUANDO VENGAS A ESTABLECER TU REINO”: Reino de Amor, Justicia, Paz, Gozo, Felicidad y Vida.
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