domingo, 13 de noviembre de 2022

“DIOS SE HIZO HOMBRE… para que el hombre sea Templo vivo de El”.

XXXIII° Domingo Durante el Año. (Lc. 21, 5-19). 
En una de su visita al Templo Jesús escucho “...que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas”. 
El Templo fue siempre como el lugar sagrado del encuentro del hombre con Dios. El Pueblo judío fue progresando el lugar del Encuentro. En el desierto no existía el Templo material, sino la Carpa del Encuentro. Instalados en Canaán fue progresando para ser elegidos ‘Lugares Sagrados’. David desea edificar un Templo y fue recién Salomón quien lo edificará, para que el Pueblo encuentre un lugar seguro de encuentro. Con el tiempo, como Pueblo ‘Teocrático’, convirtió Jerusalén como lugar de peregrinación. 
Jesús mismo proclama el Templo como ‘la Casa de Su Padre’. Pero les profetiza que: “De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra; todo será destruido”. Mas adelante Jesús pasará a identificar ‘Su Cuerpo’ como el Templo del Dios Viviente, presente entre nosotros: “Destruid este Templo y lo edificaré en tres días “. Le cuestionan que a Salomón le costo mucho tiempo en edificarlo y como ¿Él lo restauraría en tres días? … Él identificaba ‘Su Cuerpo’ como el Templo de Dios entre los hombres y su futura resurrección.
En la historia de la humanidad encontramos que los Pueblos edificaban Templos a sus dioses; cuanto mas grandiosos fueran mas expresaba la inmensidad de su dios y su reconocimiento… ‘lo mejor para Dios’. No podemos dejar de admirar la belleza e inmensidad de Templos expresando la importancia y centralidad de Dios en sus vidas. Todo era centrado en Dios, Pueblos Teocráticos … Pasaron con el tiempo a ser museos religiosos o ruinas de estudios arqueológicos. Esto mismo podemos considerar en la actualidad a nuestros Templos maravillosos, inmensos, bellísimos… desde San Pedro, Vaticano… La Sagrada Familia en Barcelona… Basílica de Lujan, Argentina… Podríamos llenar paginas nominando muchos y diversos Templos, edificados con sacrificio; deseos de centralidad en Dios, o sus Santos, la mirada y devoción.  
Como en aquel entonces ¿Jesús nos diría: “… un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido…”?.
Nuestra atención fue progresivamente guiándose del núcleo central del Mensaje de Jesús hacia el desarrollo doctrinal, ritos en alabanzas, disciplina moral …. normas canónicas… Templos maravillosos. Todo con el buen deseo de mejorar la relación con el Dios Viviente, pero edificando Templos grandiosos y un Pueblo normalizado. Dejó de ser Jesús y Su Mensaje lo principal … Quien vino a desplazar la centralidad del Templo en su Persona y en el Hombre mismo, Templo del Dios Viviente. Nuestros cuerpos son el Templo de Dios, mucho mas valioso que los edificados por el hombre, porque fue creado por el mismo Dios. El quiere que seamos su Templo y veamos en los demás esa misma presencia valiosa para El. 
El respeto a la vida, a los hombres y a todo lo creado llevaría a un cuidado mas preciado a ellos, porque es donde se revela el mismo Creador. Edificaremos Templos bellísimos, cuidando al hombre mismo y su armonía con la creación. Allí se revela el mismo Dios, encuentro donde El está presente. No necesitaríamos edificar grandiosos Templos materiales; poniéndonos en competencia con el mismo Dios, quien nos creo como ‘Su Templo’, no necesita otro mejor. Por lo mismo todo empeño en la mejora de la humanidad y su relación con lo creado, sería abocarse en la edificación del mejor y mas maravillosos Templo de Dios  
Cuando Él anticipa la destrucción del Templo, de Su Cuerpo, también lo está prolongando hacia la naturaleza toda… es una revelación del fin del mundo, su destrucción: “cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin. Habrá grandes terremotos; pestes y hambre...se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo...”. 
¿No será que el mismo hombre con sus guerras fratricidas, bombas atómicas, guerras nucleares... descuido de la creación con el calentamiento global, basuras contaminando las aguas... está camino a la destrucción del Templo Vivo de Dios?.
“Señor, que Tu Venida Gloriosa nos encuentre velando el cuidado de la creación entera. Con Tu luz y asistencia edifiquemos un mundo mas humano y armonioso, donde Tú mismo Te revelas, como Templo mas valioso de Tu presencia ”.



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