sábado, 11 de febrero de 2023

“NO VINE PARA ABOLIR… SINO A DAR CUMPLIMIENTO”.

VI° Domingo Durante el Año. (Mt. 5,17-37). 
En el mismo ambiente de la enseñanza de las Bienaventuranzas y ser Sal y Luz… Jesús, MAESTRO, cambiando y tratando con libertad los temas, proclama la profundidad de su MENSAJE: lo bueno o malo sale de lo profundo del corazón y de las intenciones mas profundas, que sólo Dios conoce. Él vino a dar plenitud “no vino a abolir, sino a dar CUMPLIMIENTO”.
El Pueblo Judío se apoyaba, para su convivencia, en las LEYES dadas a Moisés, la Torah. Pasa el tiempo y sobre ellas se van tejiendo interpretaciones y modo de convivencia. Surgen aquellos que, al no tener autoridad, se apoyan y toman su firmeza en otros para dar valor a sus posturas: los Saduceos se apoyaban en la ‘Torah escrita’, los interpretes auténticos eran los sacerdotes. En cambio los Fariseos sumaban a la anterior la ‘Torah oral’, la tradición de los mayores. En Qumran, interpretaban con criterios propios... Llevados al extremo de un tradicionalismo inerte, a un legalismo meticuloso; donde la justicia ante Dios se apoyaba en las obras y no en las intenciones profundas, que solo Dios conoce y en su asistencia por la Gracia: “sin Mi nada bueno podéis hacer”.
“Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entraran en el Reino de los Cielos”.
La necesidad de estar guiados por leyes para una convivencia ordenada, cae en la responsabilidad de los jueces la proclamación de las mismas, las normas de conducta… algunas interpretes del bien obrar y otras mas para una convivencia ordenada (como los colores de un semáforo o conducirse por la derecha o izquierda). 
La Iglesia también se guía por leyes propias, algunas profundas y otras para una guía doctrinal, moral o litúrgica… Muchos olvidándose de lo esencial, convierten estos temas en motivos de división… como vestirse, cubrirse la cabellera la mujer, usar tal idioma tradicional, comulgar de rodillas o parados … en la mano o boca… Proclamando condenas, consideraciones de herejes y creando cismas… Desgastando las relaciones, criticando la Autoridad máxima de la Institución... Formándose sectas, como en las épocas anteriores de Jesús…  
“Si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos”.
¿Cual es la mirada del Justo Juez?... ¿ Donde acentúa su deseo y petición?.¿cual es la LEY que debe guiar a los hombres y Él exigirá ? 
Jesús muestra su imagen de JUSTO JUEZ, llevando a la plenitud las leyes antiguas… Es una LEY DE PERFECCIÓN por ser imitación del pensar y actuar de Dios mismo; supera a la anterior, interpretación de los hombres. Jesús presenta una imagen de Sí como Legislador, con capacidad y Autoridad de cambiar la primacía y el orden de prioridad en el cumplimiento de leyes; el hombre debe escucharlas, aceptarlas y cumplirlas: “Habéis oído que se dijo… pero YO OS DIGO…”Son leyes universales, para todos los pueblos, razas y culturas. Una ley inscrita en los corazones de los hombres, no es exterior del mismo y todos la comprenden. 
De la larga lista de leyes e interpretaciones se resumen en una formula antigua: 
“AMAR A DIOS Y AMAR AL PRÓJIMO COMO A SÍ MISMO”
Para el fiel cumplimiento se necesita la fuerza de lo alto, la asistencia del Espíritu, sin El no podríamos alcanzarlo. La debilidad y pecados del hombre crea limitaciones; altos ideales y cortas posibilidades. Los deseos son elevados, sus ideales sublimes pero ¡la realidad humana tan limitada y débil!. Mira de lejos, imponiendo normas bellísimas que ni los promulgadores la cumplen.
“Ven Espíritu Santo, llena los corazones de Tus fieles y enciende en ellos el fuego de Tu AMOR”.


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