3° Domingo de Pascua. (Lc. 24,13-35).
El Evangelio de este Domingo nos relata la vuelta triste de los Discípulos de Emaús a su vida anterior, sin Jesús. La muerte del Maestro en la cruz fue un suceso que lleno de desolación y desesperanza a sus seguidores. ¿Qué esperaban de El?. Ellos mismos le confesarán al Peregrino sin nombre, quien sería el mismo Jesús: “nosotros esperábamos que fuera Él quien liberara a Israel…”. En épocas de crisis siempre esperamos a alguien que nos de la solución: un Mesías, un Libertador. Pero este según nuestros criterios y le ponemos cualidades y misión, pero ¡que desilusión! cuando no sucede de este modo y nos encontramos con otra realidad. De Jesús ¿Qué esperaban? y ¿Qué esperamos nosotros hoy?.
El Pueblo judío sometido muchas veces a otros Reinos, necesitaron un David para ser liberados y tener su independencia. Surgieron los Macabeos, los Zelotes ...y con este espíritu se unieron algunos a Jesús, como Judas. ¿Cuál fue el mensaje de Jesús? ¿porque lo seguía tanta gente?.¿que encontraban en Él? ¿Que seducía y llenaba de Fuego los corazones? ¿Cuál era y ...es nuestra esperanza que suceda y realice ALGUIEN por nosotros? Buscamos OTRO SISTEMA POSIBLE de vida: un mundo mas humano y feliz, mas justo y armonioso, mas equilibrado y pacífico. También ¿porque se desilusionaron de Él? ¿porque lo traicionó Judas?. No siempre los métodos que llevamos a cabo para vivir nuestros proyectos de vida son los de Jesús, y por lo mismo de Dios. Queremos una vida confortable sin pasar necesidades, llenamos nuestra vida de servicios y utilitarios, llenando el mundo de basura de lo que descartamos y volvemos a nuevas alternativas y seguimos adelante sin satisfacer nuestro corazón ansioso y absorberte por deseos de más. Creamos desequilibrios y esta desigualdad crea odio y violencia, buscando cambiar la realidad con métodos revolucionarios, violentos., terminamos siendo otros zelotes o macabeos, buscamos por las armas imponer nuestro modo de pensar y vivir.
VOLVER A JESÚS es encontrarse con El por el camino de la vida, como los discípulos de Emaús. Plantear la realidad no desde nuestro punto de vista “nosotros esperábamos que …” sino de lo que Dios Creador quiere para el bien de la humanidad, LO QUE EL ESPERA DE NOSOTROS.
En estos días de pandemia, nos es providencial para replantear nuestras vidas. Hoy no valoramos lo que tenemos, nuestros bienes materiales, ni de que raza somos, ni País, ni lengua, ni religión, sino lo que somos, la vida y las relaciones humanas que se van desprendiendo, la familia, los amigos, parientes, ancianos que mueren contagiados por el virus mortal. Volver a Jesús es plantearnos que hemos hecho para estar en esta lucha por la vida. ¿Cuanto nos hemos alejado de los planes de Dios Creador? ¡Escuchemos a Jesús! Su interpretación, su visión de la realidad, su PROYECTO DE VIDA. Jesús les fue dando la interpretación desde Dios sobre la realidad y los corazones de los discípulos empezaron a llenarse de una esperanza, alegría y paz “¿no ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?”. El dolor, el sufrimiento, no es deseo de Dios sino una realidad dura de la vida, que sin visión de fe nos lleva a la desesperación y al sin sentido de la vida. VOLVER A JESÚS, es entender la realidad desde Dios, revelado por Jesús. Un Dios Padre-Madre que desea la humanidad unida, equilibrada, armoniosa con la naturaleza que le rodea y un cuidado del uno por el otro como hermanos, sin discriminación, condena, ni grietas. Este era el mensaje que apasionaba a la multitud que rodeaba al Maestro de Vida.
“Señor Jesús estando reunidos en Tu nombre deseamos reflexionar sobre el Proyecto de Vida. Envía el Espíritu para entender nuestra realidad y cambiar nuestras costumbres para edificar un mundo mejor, según la Bondad de Nuestro Padre Celestial”.
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ResponderBorrarAmén ,que linda es la canción🤗
ResponderBorrarAmén ,que linda es la canción🤗
ResponderBorrarGracias, muy buena reflexión, y muy linda canción!!!!
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