II Dgo. Pascua de Resurrección. DIVINA MISERICORDIA. (Jn. 20,19-31).
Jesús resucitado se aparece en dos oportunidades a los Apóstoles. La primera aparición no estaba Tomás, le comentan: “¡Hemos visto al Señor!”. Tomás no les cree si no ve primero las marcas de la crucifixión. En la segunda oportunidad Jesús le muestra las marcas, su mano y su costado diciéndole: “Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe”.
El MIEDO había paralizado las actividades y la predicación del Mensaje de Jesús. Escondidos esperaban que pase el tiempo de persecución para que sus vidas estén aseguradas. Todos ellos estaban paralizados, ni cuestionaban acusarse entre ellos porque todos debían su lealtad al Maestro. Estaban escondidos y cerrada la puerta de entrada y salida.
La evangelización se paraliza cuando, por el contenido del Mensaje nos ocasiona problemas, obligándonos a cambiar nuestro estilo de vida, una posición social estable, donde cambiar llevaría dejar muchos privilegios adquiridos. Los beneficios que se reciben, al acomodarse a los Gobiernos de turno, conlleva atarnos. Recuerdo las varias ocasiones donde los Obispos Argentinos plantean la necesidad de liberarse de los beneficios que reciben del Gobierno. Todo queda en el plano del deseo, porque la realización dejaría sin los subsidios económicos, tanto para ellos como cargos de capellanes, sacerdotes de frontera y Seminarios, donde se reciben beneficios económicos y, renunciar a ellos, seria imposible mantenerlos …. los fieles católicos argentinos no están acostumbrados a sostener económicamente la Iglesia. Desde Roma, por el contario, llaman a la generosidad para sostener muchas actividades sociales y misioneras sin cambiar sus privilegios. El Papa Francisco ha tenido que llamar a la atención y pedir la renuncia de algunos obispos que ostentaban su bienes y comodidades de vida. Su nombre de Francisco conlleva a la predicación, con su testimonio, el volver a los principios de los Mensajes de Jesús, un Estilo de Vida distinto, mas acorde a los evangelios. ¡Bendito sea Dios!.
Volver a las Fuentes no es fácil. Nos hemos atado a ciertas interpretaciones dogmáticas, morales, como acciones litúrgicas que han ganado los primeros lugares en la atención y cuidado. Nos paraliza escrupulosamente sin poder abrir ‘las puertas’ para evangelizar estos tiempos modernos, culturalmente distintos a los de la época de Jesús. Necesitamos AQUELLOS SANTOS que, movidos por el Espíritu, aportaron nuevos métodos, estilos de vivir el Mensaje del Maestro. Recuerdo a San francisco que, a los pies de su padre, deja todo lo que dependía de él. Desnudo y libre de ataduras, busca vivir como le inspiraba el Espíritu en el seguimiento de Jesús a través de la pobreza.
Seremos mas pobres, libres de ataduras, valientes en el vivir, conforme al Estilo de Vida predicado por Jesús, edificando un mundo mas humano, justo, sano, armonioso, donde el AMOR y EMPATIA lleva a una relación de amistad y hermandad, pudiendo entonces rezar con sinceridad el “Padre Nuestro que estas el los Cielos…”.
Jesús se les aparece, estando las puertas cerradas y les dice: “LA PAZ ESTE CON USTEDES…”.
Jesús promete su presencia SIEMPRE, aun en medio de nuestra oscuridad, mente cerrada y corazón turbado. SIEMPRE esta trasmitiendo la paz. El fruto de la Evangelización depende mas en la realidad e inspiración de Su Presencia que en nuestros proyectos pastorales e ingenios personales. ¡ABRIR! las puertas es abrirnos al Espíritu y su inspiración. No hay tiempos fáciles, todos ellos son momentos de revivir el Mensaje, el Proyecto de Vida, predicado por Jesús.
“Unidos en oración esperamos de Ti, Espíritu Santo, Tu inspiración para edificar un mundo mejor, abriéndonos ante el mundo moderno y sus cuestionamientos, sabiendo que Tu nos guías siempre”.
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