Domingo XV Durante el Año. (Mt. 13,1-23)..
En su vida pública Jesús no siempre tuvo triunfos y adhesiones a su favor, pero nunca dejo oscuro su mensaje. Sabia que el Proyecto del Padre sobre el hombre y su convivencia en armonía, acabarían en Su triunfo final. Los Apóstoles tendrían distintas sensaciones: ante los milagros que el Maestro realizaba y ellos mismos en nombre de Jesús, se llenaban de alegría y entusiasmo; pero ante el rechazo de las Autoridades Religiosas y el abandono del Pueblo por las incomprensiones de sus mensajes misteriosos, como el de comer Su Carne y beber Su Sangre, no podían sino quedarse atónitos, perplejos, desconcertados. Sabían que sus Palabras escondían una Verdad que les superaba y que con el tiempo afloraría el sentido. Las enseñanzas en Parábolas donde esconden detrás de ellas verdades perennes, sin tener en cuenta el lenguaje y los tiempos cambiantes con sus idiomas, siempre estarán vigentes.
Una multitud seguía a Jesús, tuvo que subir a una barca para predicarles mientras la gente en la orilla escuchaba. : “EL SEMBRADOR SALIÓ A SEMBRAR…” Sabía el Maestro que los mensajes iban a caer y ser aceptadas de manera diferente en los oyentes. Dios respeta las libertades de los hombres, estos tendrán condicionamientos según la formación, intereses personales, cultura, afecciones particulares….y otras tantas que embotan la mente o la preparan para recibir con alegría el mensaje esperanzador.
En esta Parábola del Sembrador presenta DISTINTAS RESPUESTAS. La Semilla es la misma, la Verdad de su Palabra, unas cae al borde del camino ...en tierra pedregosa ...entre espinas … en buena tierra. Esta Parábola es explicada por el mismo Jesús. Las respuestas estarán condicionadas: una por tener el corazón afectado. Viene el Maligno impidiendo dar la adhesión total; otra por la inconstancia, evitando educar en los valores y adquirir hábitos buenos, ante las dificultades abandona; otro será la influencia del entorno en que se vive presentando distintas opciones de vida, sofisticada y confortable, que impiden ver la belleza de su mensaje.
Por último los que con buena voluntad abren el corazón con gozo, deseando seguir sus enseñanzas. Pero aquí también las respuestas son distintas, unos el cien, otros sesenta y otros treinta, queda en el misterio el porque. ¿Serán las distintas formaciones, cualidades humanas, condiciones, temperamento, carácter, diferencia de entrega? Pero también debemos tener en cuenta la acción de la GRACIA DIVINA libre en darla y el hombre en recibirla dejándose mover por ella. En ella nos apoyamos y la gratuidad de los dones y talentos que poseemos. “CRISTO CUENTA CON EL HOMBRE Y NOSOTROS CON SU GRACIA”. Conocer esta verdad lleva impedir alimentar el orgullo del seguidor que se cree mejor como también alegrarnos de las cualidades de los demás. Siempre está el peligro de las comparaciones o adhesiones a uno u otro Apóstol, dejando de lado a Jesús: Fuente del Bien que recibimos.
Todo lo bueno viene de Dios y El actúa en las almas limpias, sencillas y dóciles. Tenemos grandes santos que no daban nada por ellos y realizaron grandes obras y milagros. Dios es libre en dar y el hombre en recibirlos y practicarlos. Dios no violenta pero se goza y hace grandes obras en sus elegidos. Se nos pide sembrar, el crecimiento la realiza el Creador misteriosamente, tampoco somos llamados a cosechar. Al final de los tiempos esta la promesa del triunfo del Plan Salvador.
“Ven Espíritu Santo llena de la diversidad de Tus Dones a los hombres para poder edificar un mundo mas humano y feliz; siendo fermento en los distintos ambientes y fieles sembradores del mensaje de Jesús”.
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